Tras la cabalgata, tiene lugar una de las tradiciones más especiales en estas fechas: preparar la casa para la llegada de los Reyes Magos, colocando los zapatos debajo del árbol y dejando también tres vasos de leche y tres galletas para los Reyes y sus camellos en su visita a casa, haciendo con este ritual más amena su jornada. A pesar de los nervios, se van a la cama temprano, apretando los párpados con fuerza para dormirse cuanto antes y así dejar que los Reyes que hagan su trabajo.
A la mañana siguiente, no hay nada más bonito que escuchar los pasos de los pequeños de la casa hacia el árbol, el sonido de los regalos abriéndose y los gritos de ilusión al descubrir lo que hay dentro, contagiando esa felicidad por toda la casa. Y si no han sido muy buenos, puede que se encuentren algún que otro trozo de carbón dulce…
Este día tiene un sabor característico: el delicioso Roscón de Reyes. Nata, fruta escarchada y las sorpresas del haba y el rey se suman a las tradiciones de este día tan especial, rodeados de familiares y amigos. Los niños quieren jugar en las calles y comer el mejor roscón de reyes, déjalos descubrir cuál es su favorito en la Ruta del Roscón que se puede hacer hasta el 5 de diciembre por las pastelerías y panaderías que participan.